Review: Neovalladolor - Erik Urano (2020)
Tener que hablar de uno de los raperos mas
particulares de España en los últimos 10 años, es tener que hablar de Erik
Urano. Pero al mismo tiempo, también es hablar de su visión del mundo, del
sonido ingles del Grime, de la ciencia ficción y la electrónica.
Valladolid es una ciudad asfixiante en sus propias palabras, no en el sentido
ideológico, sino por la dificultad que supone encontrar trabajo, una ciudad en
la que mucha gente debe marcharse para poder trabajar, mas que nada en cosas
artísticas. Es una ciudad en la que impera mas que nada el trabajo en las
grandes fabricas de Renault y Michelin. Su gente es fría y bastante hostil.
Es desde esta frialdad y hostilidad que Flat Erik (otro de sus aka o nombres
artísticos) configura el sonido y el concepto de lo que es su segundo disco de
estudio NeoValladolor, tras haber lanzado Balaclava en el 2018 y el EP Cosmonáutica
junto a su amigo y productor Zar1.
El nombre de Valladolor proviene de tiempo atrás, de gente como Solo Los Solo,
absolutamente igual de transgresores a él, y como respuesta precisamente a esa
frialdad que acabamos de mencionar. Erik toma este mismo termino y decide
anteponerle el prefijo “Neo”, gracias a una influencia grandísima por la Neo-Tokio
futurista de Akira, película que vio cuando era niño y que, según él, es la
gran culpable a niveles generales de todo el disco.
No es casualidad que lo que encontremos en
Neovalladolor sea un disco absolutamente adelantado a su tiempo: Con una base
de grime ingles solida que ya traía desde sus anteriores discos, Erik lanza
diatribas sobre la ciencia ficción y un futuro decadente dejándose llevar por
los ritmos y la electrónica hipnótica que surge detrás de él.
Sin embargo, si bien el disco mantiene esa base del
sonido del Reino Unido, encontramos canciones como “DE47H” con una clara
influencia del Drum and Bass, Producida por Margari’s Kid, artista de música
electrónica con unos cuantos años de trabajo tanto en España como en Inglaterra.
Seguida de esa, hallamos “Penfield”. La que probablemente sea la canción más
relevante del disco. Si tenemos en cuenta que Erik no busca cosas concretas al escribir,
sino que escucha el beat y mira si sus palabras encajan en el disco (tal y como
se lo dijo a la revista Mondo Sonoro) lo que hace Lost Twin en esta canción, es
un trabajo similar al que ya había hecho con el famosísimo C. Tangana; (quien
por cierto es amigo de Erik casi desde los tiempos de su grupo Agorazein)
compaginarse con lo ya escrito por Erik y dejar colocado en el álbum una de las
canciones más hipnóticas y espaciales.
En “Vantablack” hallamos una oda al material que lleva su nombre. El material
que se hace a partir de nanotubos de carbono que sirve para que la luz solar no
se filtre usado en los telescopios. Aquí, Erik juega con el beat de Manul y
Energy Man como quiere, rimas oscuras y frenéticas sobre el espacio como solo
el mejor sabe.
“2984” producida por los veteranos del grime en
España, BSN Posse, nos trae lo que sin lugar a dudas parece mas un cuento del
gran Isaac Asimov, antes que una canción. (“Ayer hubo disturbios en la ciber
pizzería de Salt, con ese viejo olor a sangre y a cristales rotos”) Y no es
para menos siendo otra de las más grandes influencias del rapero español y a
quien incluso referencia en la ya mencionada DE47H llamándose a si mismo “Soy
joven Asimov”
Bajando un poco más por el disco, encontramos “Drones”
y “Molecular”, que son las canciones que a muchos quizás les generen discordia.
La primera, incluye la colaboración con un cantaor de Flamenco como Niño de
Elche, quien se atreve con los coros, y junto con Erik y el beat de Zar1 a
conversar sobre la vigilancia y esos misteriosos objetos voladores que cada día
se ven mas en el espacio, todo sobre la misma base de Grima que ya habían hecho
famosa en Cosmonáutica.
Molecular es, luego de Drones el segundo sencillo del disco y el impacto habla
por si sola. Es, en pocas palabras: “Perreo Subatómico,” tal y como lo menciona
Erik ya sobre el final del tema. Realizada bajo la fina observación de Merca
Bae, nos encontramos aquí un reggaetón puro y duro listo para ser disparado en
cualquier discoteca. El productor salmantino no solo ha generado controversia
por su choque de estilos que oscila entre Wisin y Yandel y Britney Spears, sino
que se atreve a reafirmarlo sin vacilar, al lado de otro artista transgresor
como el propio vallisoletano del que venimos hablando.
Todas estas colaboraciones no son mero producto del
azar. Erik no pretende ser transgresor porque si, sino que su sonido esta
completamente mutando todo el tiempo, haciendo gala de lo que podríamos llamar
un aceleracionismo crónico, un aceleracionismo dado no solo por las temáticas
de las que habla sino porque su intención en Neovalladolor es hacer un disco
que no pretende ser de este momento, sino del siguiente.
Que Erik compagine esta faceta suya con un trabajo con
niños y jóvenes con dificultades de aprendizaje demuestran que no es necesario
poner a consideración que sucede en el planeta para poder actuar en el. Su mensaje
no tiene ningún panfleto reivindicativo, pero con el mero hecho de hablar de él,
conseguimos darnos cuenta de lo que esta mal en el mundo y a la vez comenzamos
a entender que el rapero prefiere mantenerlo escondido precisamente por la
razón por la que este disco es EL disco del 2020 para este servidor:
Hablar de Neovalladolor a grandes rasgos es tener que hablar de un futuro que
atemoriza, que aterra, al que todos le tenemos miedo. Erik Urano vive encantado
en ese futuro, imaginándoselo y hablando sobre el en cada canción. Son pocos
los que se atreven a realizarlo, mas cuando se hace sobre un sonido que en
España es demasiado electrónico para los de rap y demasiado urbano para los
amantes de la electrónica.
Tal vez en este disco lo que Flat Erik buscaba es sin
lugar a dudas, no reivindicarse consigo mismo sino mas bien, evolucionar con
insistencia, todo lo que ha hecho a lo largo de los años. Su postura se
mantiene firme y no teme alejarse de la escena del hip-hop español, una escena que,
aunque le agrada, es evidente que a la escena no le agrada su marcianada (que
es como el mismo describe el disco) y su identidad con el grime británico. Erik
Urano es un artista que promueve la búsqueda por el futuro, aunque su visión de
este sea pesimista. Su sonido defiende ese ideal suyo de que la “mira siempre
debe apuntar a lo lejos” no solo en cuanto a la identidad musical sino también
frente a la identidad ideológica y quizás sea la razón por la que el español no
tome partido por ninguna cuestión socio política, más que por una clara
preocupación general que no teme mostrar en Twitter o en Instagram.


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