Review: Depeche Mode - Exciter (2001)

 

La gran mayoría tal vez este de acuerdo en que el año 2001 fue un año catártico para la humanidad. Hacia aparición la GameBoyAdvance, La Selección Colombia de futbol quedaba campeona de una Copa America por primera y única vez en su historia (hasta hoy), Michael Jackson publicaba su último álbum Invincible y por supuesto, algunos en aquel momento vislumbramos el 11-S como acontecimiento magno de la geopolítica a nivel mundial. 

Dentro de todo ello, en marzo de ese año, Depeche Mode publicaba su décimo álbum de estudio. Uno de sus discos mas repudiados y criticados por los fans, a pesar de su éxito en ventas. En gran medida, esto se debió al alejamiento de la banda de los sonidos sintéticos que siempre les habían caracterizado en el pasado, pasando a mirar al folk, al blues e incluso a la canción acústica. Algo poco usual en una agrupación que venía trabajando desde hacía muchísimos años en buena forma con su capacidad para hacer electrónica y synthpop de calidad enorme. 

Si bien los detalles en el álbum son obra del productor Mark Bell, todas las canciones fueron escritas íntegramente por Martin Gore. A el se le deben estos cambios estilísticos tan particulares, (Cambios que intentaremos desglosar lo mejor posible uno por uno) que ya desde canciones como “Dream On”, primer sencillo y la canción con la que abre esta placa, se hacen muchísimo mas notorias. Es una canción de aquello que podríamos llamar Folktronica con la guitarra acústica flotando por entre los sonidos sintetizados haciendo de ella uno de los mejores ejercicios de pop de la agrupación. Liricamente durante toda la canción se compara al amor con una enfermedad, enmarcando así la sencillez del único sentimiento al cual ningún ser humano se puede desprender. 

La letra de “Shine”, la segunda canción continua por esa misma línea. Sencilla, sin nada que repararle y es una balada recargada hacia el lado mas sintético de Depeche Mode, sin la energía de los anteriores álbumes y que consigue acercarnos a un sonido casi robótico. “The Sweest Condition” la canción que le sigue, es todo lo contrario. Es un juego con el blues y el country, asentado en la crudeza de la guitarra lo cual resulta paradójico si tenemos en cuenta el sonido orgánico de ambos géneros. La letra es, en esencia, un lamento por una mujer. Una pasión tan desbordante que deja a un hombre perdido y acongojado. Una letra sublime cantada por David Gahan también de una forma muy blues, reforzada en los coros por el propio Martin, para hacerlos sentir mas pesados. 

“When The Body Speaks” es un ejercicio de pop al igual que Dream On. Una balada dedicada al deseo carnal por alguien, sin más. La presencia de las violas, tocadas por cinco ejecutantes le da todavía aun mas tristeza, y un tono aún más suplicante. La quinta canción “The Dead of Night” es una fusión de rock electrónica y casi pareciera como si fuera la antítesis de esta anterior. Ligada puramente al rock industrial, es una canción igualmente sensual, pero que eventualmente gira en contra del supuesto minimalismo al que estaba orientado el disco y contiene de hecho, una letra donde el grupo se plantea a si mismo como los chicos malos a manera de burla. 

“Lovetheme” es una bellísima pieza instrumental que saca a la luz uno de los lados mas impresionantes y espectaculares de la agrupación. La caja de ritmos aderezada con efectos pequeños pero sutiles que van yendo y viniendo sirven como antesala para la gran canción del álbum: Freelove. 

“Freelove” es en palabras de David Gahan la mejor canción que hubiera cantado nunca desde “Condemnation” (Del álbum Songs of Faith And Devotion) y con justa razón. No solo por los efectos que sacan a relucir de nuevo un lado robotizado que la agrupación jamás había mostrado, sino por el hecho de ser, una canción dramática, triste y pesarosa, que intenta poner limites a un amor donde no exista más conexión que la intuición y la intimidad y que busca generar empatía. Una empatía que muchas veces no conseguimos comprender y que cuando lo logramos, ya es demasiado tarde al no respetar precisamente esos límites, puesto que a veces se nos hace difícil comprender a la otra persona porque al igual que nosotros, también huye del amor, del compromiso, del fracaso, que es precisamente de lo que habla la canción a nivel lirico. Pedir perdón, a esas instancias ya es inútil. La persona quizás ya se ha hartado de nosotros y probablemente se ha ido para siempre, y solo podemos soñar con que vuelva hacia nosotros hasta que por fin deje de huir. Un descaro y una petición que se hacen presentes, como en casi todas las canciones del disco. Otra versión de esta canción fue lanzada como sencillo, donde la caja de ritmos tiene mas presencia, la guitarra acústica contiene mucho más poder y brillo, y los efectos robotizados casi ni hacen aparición, haciéndola pasar por una especie de secuela musical de “Strangelove” (Y si lo preguntan, quizás también sea una secuela a nivel lirico) que nada tiene que envidiarles a los grandes éxitos de álbumes como “Ultra” o “Violator” 

“Comatose” es una declaración de verdadero amor enfermizo. Esta vez, cantada por Martin Gore, la canción es una base electrónica casi hipnótica, rayando en el sonido ambiental puro con el que juega la banda a lo largo de todo el álbum, sin salirse de esa mimesis con lo minimalista. En esta canción no hay una autentica correspondencia. Es impersonal tanto en la dirección de la letra como en la dirección de la música. Ambos elementos se conjugan a la perfección, listos para dar entrada a la otra gran canción del disco. “I Feel Loved” es el anhelado regreso de Depeche Mode hacia sus orígenes en el Synthpop clásico de percusión acústica, una letra arrebatada y apasionada que expresa la perfección y la felicidad del ser amado, con descaro y con cinismo. Una canción artificial, con bombos pesados y una melodía sostenida y aprisionante, muy al estilo del dance que dominaba en las pistas de baile años atrás de la salida del disco. 

“Breathe” inicia como acaba. Con la frase “Necesito oir que me amas, antes de que me digas adios” Triste y melancólica como la misma “Freelove”, esta presentación de los británicos casi parece estar por momentos mas cercana al folk que a su sonido particular. Una musicalización arrítmica y casi acústica que, por momentos, nos regresa a ciertos pasajes de los mismos The Cure y no solo por lo musical. La letra es una dedicación explicita a la persona en la que hemos puesto un montón de esfuerzo sin conseguir un verdadero resultado, (y que quizás por eso huye como en Freelove) una temática que parece sacada del baul del mismo Robert Smith, que cae como un anillo al dedo a la voz sensual y dramática de David Gahan que aquí encontramos. 

Así, cerramos el disco con “Easy Tiger” Una instrumental de dos minutos que como “Lovetheme” tambien saca a la luz un lado de Depeche Mode brillante y solemne. Instrumental que termina Abriendole paso a “I am You” y “Goodnight Lovers”. En la primera, hallamos una letra egoísta y un sonido puramente sintético que por supuesto, sirven como indicadores de lo inacabable de un sentimiento. La alteración es evidente en la narrativa de la canción y es, como en casi todas las del disco, una sentencia de amor hermosa, pero también sumamente toxica y compulsiva. 

El disco cierra con su cuarto Sencillo que como ya hemos dicho es “Good Night Lovers”. Es un tema emocional y es prácticamente una canción de cuna. Toda una decepción para quienes esperaban un cierre mas agresivo del disco debido a que su letra es una expresión del amor mismo como elemento universal para la humanidad. Un cierre extraño y confuso si tenemos en cuenta la cantidad de peticiones descaradas y toxicas que hemos nombrado a lo largo de esta review. 

No deberíamos de dejarnos engañar entonces, por la manera de cerrar de este disco. Ni tampoco por su sonido tan curioso o por lo que digan de el en redes sociales. Exciter es para muchos al igual que para este servidor, un disco sumamente infravalorado en la carrera del conjunto, por mostrar un lado minimalista y ambiental de un grupo conocido por su atrevimiento y su crudeza tanto musical como lirica. Quizás sea por eso que los 56 minutos que dura la placa para muchos sean eternos, e incluso se tornen impacientes y puede que muchos estén en lo correcto: 

A veces no estamos preparados para establecer ciertos cambios. Para decir aquello que queremos decir, para encontrarnos con un alma gemela y contarle todo lo que pensamos así sin más. Pensamos por un instante que su corazón nos pertenece y al ver que no es como solía ser, el desencanto se hace evidente y nosotros huimos despavoridos. En otras ocasiones es ella quien huye ante lo abrumador que puede ser nuestro sentimiento, nuestra manera de expresarnos. Exciter fue, en cierta manera un disco que intentó precisamente huir de las peticiones de muchos de los fans, pero que a la vez encontró refugio con un éxito en ventas arrollador consiguiendo el puesto 8 en el Billboard 500 y un disco de Oro para dicho año. ¿Es válido entonces dejar atrás un alma por otra alma? 

Desde aquel entonces, no es casualidad que los fans se hayan comportado con Depeche Mode de manera hostil y con desdén hacia sus últimos discos y que incluso para muchos estén faltos de personalidad y de estética. Una hostilidad innecesaria puesto que a veces, el artista no comprende el error que ha cometido. El solo intentaba expresar aquello que sentía, a veces con miedo, a veces con humor, pero nunca con toda la sinceridad del caso. Dicha disculpa ni siquiera es suficiente. Aquello que alguna vez le quiso y que lo apoyo en todo momento puede que ya no regrese… 

Solo queda seguir intentándolo y esperar que el sentimiento de toda una vida por fin se consuma. Y es allí donde radica la belleza de un álbum como este. Años después, es un disco que sigue siendo encantador y se deja escuchar. Contiene razones validas para ser lo que es, y eso es algo que no se lo puede quitar ninguno de sus detractores y es algo que la misma banda confirma ya que a veces la mismísima “Freelove” se asoma en el setlist de algún concierto.

En resumen, Exciter es un disco que comprueba una de las teorías más fuertes de la historia, pero que también deja a su vez una gran pregunta: Hay sentimientos y álbumes que perduran para siempre, que muchas veces no son bien recibidos en su momento y que muchas veces ambas partes lo alimentaron a su manera a lo largo de los años por mucho que ambas lo oculten o lo nieguen o huyan de él. Cuando la relación fan – artista se rompe, cuando la relación entre dos personas se rompe, aun sin estar consumada ¿Qué queda por hacer allí?   

Continuar. Dejar todo como un bonito recuerdo de aquello que fue y no pudo ser porque, eventualmente, no existe agrupación que no haya tenido un mínimo momento de redención con los fans a lo largo de su carrera. ¿Lo tenemos también las personas con aquello que amamos?
   

(Para Karla Isabel Delgado Amado. Por haberme dedicado la gran canción de este álbum hace cinco años, cuando eramos mas unidos y mejores personas el uno con el otro, cinco años que han sido igual de hermosos a este disco y a esta agrupación en general. La mejor de las suertes a donde quiera que vaya, con quien quiera que este, y en lo que sea que haga.)