Review: Riverside - Shrine of New Generation Slaves (2013)


 Comenzar a describir un grupo y en particular, un álbum parece ser a priori, una obra sencilla. Eso si tenemos en cuenta que muchas de las criticas incurren en ocasiones en opiniones personales. Esto es, difícil no hacerlo, cuando uno descubre, como en esta ocasión, a una banda y a un álbum por un puro y llano accidente como lo puede ser el dejar el autoplay de una app de streaming encendido.


A veces la experimentación y la casualidad, (¿o mas bien causalidad?) nos lleva a cosas como estos accidentes y sin duda alguna, lo que no es accidente, es que Riverside es un grupo que lleva experimentando por muchos años, realizando una búsqueda constante de su sonido. En su quinto disco publicado en Enero del 2013, Shrine of New Generation Slaves, encontramos una agrupación que tras un éxito mediático en los circuitos under tras la publicación de su segundo álbum, el Second Life Syndrome, y tras las lecciones aprendidas de los dos anteriores discos, Rapid Eye Movement y Anno Domini High Definition (lanzados en 2007 y 2009 respectivamente= consigue hacer en esta placa numero cinco una consolidación casi perfecta de como debería sonar el rock progresivo actualmente.

]Guiados por las atmosferas y los arpegios de su guitarrista Piotr Grudziński (quien lamentablemente falleció solo 4 años después de la realización de este trabajo de un infarto de miocardio) y los arreglos y recursos estilisticos de su principal compositor, letrista, cantante y bajista Mariusz Duda, la agrupación de Warsaw, Polonia no teme jugar con el tiempo y las ambientaciones:

Con cortes llenos de notas agradables que surcan los multiples efectos que el grupo pone a consideracion, (y en algunos casos distorsionados y ligados a los teclados) como The Depth of Self Delusion de casi 7 minutos, Deprived de 8 y la “floydiana” Escalator Shrine de 12 minutos, nos dejan entrever que no es un grupo que efectivamente le tenga pavor a las canciones bien trabajadas, que exploten a la perfeccion todas y cada una de las cualidades de sus integrantes, cualidades que son avisadas ya desde la misma portada (Con aquellas sombras bajando por las escaleras) y el arte de los Booklets diseñados por Travis Smith quien ha trabajado con grupos como Death, Avenged Sevenfold y Katatonia y que también diseño las anteriores portadas de Riverside.

A nivel lirico, hallamos letras tan poderosas e igualmente oscuras (y proyectadas por la voz calida de quien las escibe, claro esta) como la de la ya mencionada “The Depth of Self Delusion” que relatan la decisión de quedarse allí en el (o alejarse, según el sentimiento) mismo sitio pero al mismo tiempo de dejar una obsesion por una persona, dejar marchar todo aquello que alguna vez hizo daño. Temática que no solo vuelve a repetirse en el corte We Got Used To Us (porque claro, decir “me acostumbre a los nuevos nosotros, pero no quiero estar allí” no es que sea una declaración de intenciones precisamente débil) sino que también es una temática que ha sido recurrente en las letras de su líder, y para ello basta con remitirse al Second Life Syndrome (mas concretamente en la canción Conceveing You) al que se hizo alusión en el comienzo para darse cuenta que muy posiblemente existen amores (o quizás traumas) a veces imposibles de superar. Estos sucesos, van de la mano con lo que podríamos decir que son soliloquios del señor Duda, como el de Celebrity Touch, que aparentemente no solo es una critica a esa vida de celebridad como lo indica su nombre de manera un tanto implícita, su riff principal, guarda incluso cierta influencia de Rage Against The Machine en la pesadez y lo contundente aunque sin perder del todo, los arreglos a nivel armonico y los paisajes sonoros que demuestran que eventualmente no estamos ante una banda cualquiera y que incluso mantiene la coherencia entre lo lirico y lo musical para crear un producto cómodo y degustable.

Aunque su líder el ya mencionado Mariusz Duda, no ha dejado de reconocer que siempre ha sido un fan de la electrónica y la experimentación y no oculta su gusto por grupos como Radiohead, Massive Attack, Dead Can Dance, Tangerine Dream y el reconocido Peter Gabriel, la banda en conjunto, con los teclados de Michal Lapaj que aportan vida pero también solidez a las composiciones, la imponente y pesada batería de Piotr Kozieradzki (quienes son por supuesto, los otros dos miembros que faltaban por hacer aparicion) y el otro ya referenciado Piotr Grudziński, parece funcionar mas bien de una manera mucho mas distinta de lo que se piensa: Una banda cuyas influencias en grupos como The Mars Volta, Opeth, Dream Theater, y por supuesto de Porcupine Tree no dejan de ser latentes en ningún momento de los 51 minutos que dura el disco en total.

Y De hecho, aunque haya sido el propio Steven Wilson quien haya sentado las bases del rock y del metal progresivo contemporáneo, puede ser que probablemente, discípulos de su sonido de los últimos años como Anathema y Antimatter y por supuesto, el conjunto al que hacemos referencia aquí con este disco en particular, hayan terminado por hacer gala de esa evolución que parecía estar estancada, desde la aparición del británico y hayan terminado por superarla, a falta de material constante del cual beber.

No es casualidad entonces que muchos de estos grupos no solo esten enclaustrados en ese sonido experimental tan particular: Shrine of New Generation Slaves representa tambien esa constancia y dedicación que no solo pedía el rock progresivo en su momento, también es una constancia que a lo mejor y le hace falta al rock en general independientemente de sus miles de formas y estilos: Para conseguir esa constancia, y esa dedicación se hace quizás evidente y necesario el sublime pero difícil acto de encontrarse a uno mismo, y dejar de perseguir algo en concreto tal y como relatan estos poloneses en las letras y las composiciones de las 8 canciones del que sin duda es uno de los mejores discos de su catálogo.



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