Review: Si Vis Pacem, Para Bellum - Seether (2020)

El 28 de agosto del presente año 2020 marco una expectativa
bastante alta en lo que a música se refiere.
Toca repasar hoy porque el regreso de los sudafricanos Seether luego de 3 años de su ultimo disco:
Poison The Parish, debería importarnos mas de lo que todo el mundo cree.
Seether se consolidó a mediados de los años 2000 como una de las grandes bandas
del post grunge junto a Three Days Grace y Nickelback. Sin embargo, es evidente
que continúan los años y no parecen aun tener el reconocimiento que deberían de
tener. Mientras que los primeros tuvieron que ver partir a su vocalista, Adam
Gontier para formar Sant Asonia y reunir nuevas fuerzas creativas, los segundos
cada vez ven mas dilapidada su carrera debido a los multiples comentarios de
Chad Kroeger en redes sociales y lo repetitivo y monótono no solo de sus canciones
sino tambien de sus discos en general que les han dejado numerosas criticas con
respecto a como funcionan como banda.
El conjunto sudafricano radicado en los Estados Unidos, al
contrario que los anteriores no ha perdido aun la fuerza inicial de lo que
fueron sus primeros discos: El disco titulado “Si Vis Pacem, Para Bellum”, una
famosa frase de Julio Cesar el emperador romano que traduce “Si quieres Paz, Prepárate
para la Guerra” (citada también por Thomas Jane en la primera película de The
Punisher de la cual el grupo que hoy tratamos tomo parte en su banda sonora con
dos canciones ¿coincidencia? ) parece ser toda una declaración de intenciones al
respecto de lo buscado con su sonido.
Para nadie es un secreto que, a lo largo de su trayectoria, Seether ha hecho
numerosos covers de Nirvana, y no teme reconocer la influencia directa que
recibieron del conjunto de Seattle en su sonido. Es ese sonido majestuoso,
contundente y cargado de angustia el que presentaban en su disco más famoso,
Disclaimer y es bastante atractivo ver que dicho sonido continua siendo su ADN,
en tanto que a pesar de las numerosas canciones lentas, como Wasteland, Liar,
Buried In The Sand, Drift Away, y la que cierra el disco, Written In Stone (Es
decir 5 de las 13 canciones del disco) continúan manteniendo la fuerza y la
rabia de discos anteriores, pero entregada de manera incluso mas oscura y al
mismo tiempo mas cuidada. Dicha oscuridad es algo absolutamente notable por
supuesto, en parte por los riffs de su principal compositor, Shaun Morgan quien
puede ser que musicalmente a priori no aporta nada nuevo, al sonido del grupo
ya que muchos de los arreglos podrían encajar en álbumes anteriores sin
problema.
La gran virtuosidad del disco, radica en el cambio vocal y
lirico del propio cantante, quien ha dejado de lado los screams (o fry voice,
desconocemos su técnica aquí en la redacción dado que nunca ha hablado de ello
en entrevistas) de los primeros años del conjunto y ahora se decanta por
mantener una voz mas directa y precisa. Todo esto contrasta con el gran cambio
en sus letras, que han pasado de estar llenas de angustia adolescente, (insistimos
con la influencia en Nirvana) a letras supremamente metafóricas, extremadamente
maduras y mucho mas ricas en contenido si las comparamos con las del resto de trabajos
de la banda.
El resto del grupo no se queda atrás. Su otro miembro mas
antiguo, Dale Stewart, se mantiene empecinado en perseguir a sus compañeros con
su bajo, quitándole un poco cierta libertad de los primeros trabajos de la agrupación,
haciendo algunos cuantos movimientos aquí y allá que permiten que su
instrumento no permanezca tan escondido por las guitarras. Guitarras que, dicho
sea de paso, ya no están hechas solo por Shaun Morgan, sino también por su miembro
de gira, Corey Lowery quien aparentemente fue confirmado recientemente como
miembro oficial. Guitarras poderosas sin perder ni un ápice de motivación, que
no dejan descanso. Algo comprobable desde el inicio furibundo y mordaz de “Dead
and Done”, la canción con la que abre el disco.
La batería de John Humpfrey (que, aunque no es el batería original,
prácticamente ha estado ahí desde el primer álbum por lo que se puede
considerar como el primero) hace su trabajo típico de mantener los compases de
las canciones sin mucho virtuosismo, pero sonando lo suficientemente fuerte
como para resaltar también al mismo nivel de sus compañeros, y de hecho, es
justo con las guitarras lo que mas destaca en todo el disco si hablamos en términos
de producción.
A niveles de promoción, encontramos dos sencillos como
Dangerous y Beg (Este último siendo uno
de los pocos temas en los que hacen aparición los screams de Morgan)
acompañados de dos videos hechos en una especie de animación al mas puro estilo
de Do The Evolution de Pearl Jam. Siniestra, poco sutil, que incluso recuerda a
series americanas como Ugly Americans o South Park con un alto nivel de
violencia y simbolismo que reiteran la intención y el volumen del contenido del
disco.
Tenemos ante nosotros una gran producción
de rock que muy posiblemente nos demuestre porque el genero no esta muerto como
muchos piensan. Una producción que aunque esta orientada por completo al
mainstream, pone sobre la mesa muchas preguntas con respecto a que tan
desaparecido esta el genero en los últimos tiempos y a que tan desaparecida
esta la guitarra como instrumento dado el auge de los grupos de indie rock e
indie pop con un obvio amor por el sintetizador. Dicho esto, Evidentemente, también
vale la pena preguntarse si no es el mejor disco de Seether y claramente no lo
es, debido a su falta de potencia:
Los fans de la banda llevan ya muchísimo
tiempo acostumbrándose a canciones un poco mas rápidas, con sus miembros muchísimo
mas sueltos a la hora de tocar y ejecutar. No es este el caso de Si Vis Pacem
Para Bellum.
Las numerosas canciones lentas,
como lo explicamos anteriormente, lo hacen un disco a primera vista monótono,
que nada tiene que ver con el conjunto. A pesar de ello, su encanto radica en
que son temas lentos hechos con pesadez, que demuestran que los Sudafricanos
pulen y cuidan cada vez mas su sonido y
no temen cambiarlo un poco para lograr el resultado que buscan.
En Si Vis Pacem Para Bellum
hayamos una razón para que el rock vuelva a importarnos. O por lo menos una razón
por la que debería importarnos Seether: Porque son 13 Canciones que no sueltan
al oyente en ningún momento. Todas con dinámicas distintas que lo configuran como
uno de los álbumes mas prolijos (aun con sus defectos) de uno de los grupos
vigentes mas importantes desde hace exactamente 20 años desde que se hacían llamar
Saron Gas. 13 canciones que no se olvidan en ningún momento ni de la identidad
del grupo, ni de la identidad de los fans. Hechas para perdurar en el tiempo,
sin importar contingencias como la actual.


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