El Vacio.
No recuerdo si monte mi nave con la esperanza de volver a
encontrarla. Pero en cuanto la vi al otro lado del cinturón de Magallanes, mi corazón
espero con jubilo a que su vehículo también hiciera algún movimiento. Espere y
espere sin vacilar, tratando de comprender porque la nave de K se encontraba
con la mía siempre que pasaba por este cumulo de asteroides tan vasto cada vez que
salía a pasear.
Comprendí entonces que ella no huía de Bellburn, que no huía
de la tierra…
Comprendí entonces que no huía de si misma…
Comprendí entonces que huía de mí.
Decidí regresar a casa con el estertor de muerte que queda después
de conseguir todos los logros de un videojuego. Con el vacío que queda después de
terminar una serie.
Aparque la nave suavemente en el garaje y en cuanto entre
por la puerta, Kyuss me esperaba sentado en la cama. Nunca me imaginé que mis últimos
días los pasaría con un gato, a miles de años luz de la tierra.


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